Impacto del ictus
El ictus es un problema de salud más frecuente e importante de lo que buena parte de la población piensa, ya que puede resultar altamente incapacitante y mortal. En la actualidad, es la primera causa de discapacidad grave en el adulto (tanto física como intelectual) y de dependencia; la segunda causa de muerte en España y la primera en la mujer española.
En nuestro país, el ictus afecta cada año a unas 130.000 personas, de las cuales 80.000 fallecen o quedan con alguna discapacidad. Más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional, tras haber sufrido un ictus. Y, desde el punto de vista económico, el ictus supone entre el 7% y el 10% del gasto sanitario.
Actualmente, este trastorno es más común a edades más avanzadas. El 75% de los ictus ocurren en personas de más de 65 años. Se estima que, en el 2050, España tendrá una de las poblaciones más envejecidas del mundo, por lo que se prevé que el impacto demográfico, sanitario y social del ictus aumente en las próximas décadas.
No obstante, el ictus no sólo afecta a los sectores más envejecidos de la población. Cada vez se registran más casos entre adultos jóvenes, debido a los hábitos de vida incorrectos e insanos que adoptan. Hoy, entre el 15% y el 20% de estos ACV afectan a individuos de menos de 45 años.